Las 10 cosas que tienes que saber sobre el DESA

En España se producen cada año 40 muertes súbitas por cada 100.000 habitantes, de las que entre 29 y 34 tienen lugar fuera de los hospitales. En el caso de Galicia, la cifra se sitúa en 28,46 por cada 100.000 habitantes, según datos del 061.
Ante estas situaciones mantener la calma, saber reaccionar y conocer los pasos que debemos seguir puede ser fundamental para salvar la vida de las víctimas. Pero, además, un buen conocimiento sobre la cadena de supervivencia o la utilización de los desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) puede marcar la diferencia. Hemos preguntado sobre este tema a Diego López Rey, director de socorros y emergencias en la provincia de A Coruña y docente de nuestros cursos de manejo del DESA. ¿Hacemos un repaso sobre estos dispositivos y cómo y cuándo utilizarlos?
- Qué son. Los desfibriladores externos semiautomáticos, más conocidos comúnmente como DESA, son unos aparatos que producen descargas eléctricas y que permiten revertir un ritmo del corazón que no funciona bien para que vuelva a latir de la manera correcta.
- Cuándo usarlos. Se recomienda su utilización en casos en los que se detecte que la víctima se encuentra en parada cardiorrespiratoria, es decir, que esté inconsciente y no respire.
- Cómo usarlos. ¡Su manejo es muy sencillo! Los DESA solamente disponen de dos botones, uno de encendido y otro de apagado, a los que se une el de descarga. Para utilizarlo, el aparato nos indica en todo momento los pasos a seguir mediante una locución.
- Pasos a seguir en caso de emergencia. La utilización del DESA es un eslabón más dentro de la cadena de supervivencia, en la que no debemos olvidarnos ningún paso: (1) la alerta, es decir, dar parte a los servicios de emergencia sobre la situación; (2) la realización de una reanimación cardiopulmonar; (3) utilización del DESA; y (4) el soporte vital avanzado utilizando una UVI medicalizada. ¡Sólo la unión de todos ellos garantizará el éxito de la acción!
- Siempre acompañado de la reanimación cardiopulmonar. El DESA, por sí solo, no es tan efectivo. Es necesario acompañarlo de unas compresiones y ventilaciones adecuadas. Es decir, debe de ir acompañado de una reanimación cardiopulmonar con la que movilizaremos la sangre de manera manual por medio de compresiones en el centro del pecho.
- ¡Los tiempos son fundamentales! Aunque existen algunas excepciones, como en los niños, las personas que sufren ahogamiento y los casos de hipotermia, ¿sabías que la mayor tasa de supervivencia se produce cuando se empieza a tratar a la víctima antes de 4 minutos?
- Mayor formación = mayor supervivencia. En una situación de emergencia, cuanto antes se tenga acceso y la persona esté mejor entrenada para la utilización del DESA y del soporte vital básico, habrá una mayor tasa de supervivencia de las víctimas que sufren una parada cardiorrespiratoria.
- Normativa. En Galicia, la regulación de la utilización del DESA por personal no médico comenzó en octubre del año 2000. En líneas generales, y aunque en principio pueden ser utilizados por cualquier persona en situaciones de emergencia, la normativa autonómica exige disponer de un curso de formación de 8 horas de operador de DESA, con un reciclaje anual de 4 horas; no es necesario tener formación previa.
- Formación. Cruz Roja desarrolla periódicamente cursos oficiales de manejo y reciclaje del DESA en distintas localidades de la comunidad gallega; la información sobre los cursos está disponible en la web www.formacion.cruzvermella.org.
- Espacios cardioprotegidos. En la actualidad no es obligatoria su presencia pero sí es recomendable en espacios públicos, sobre todo en los que se produzcan grandes concentraciones de gente. Así, los llamados “espacios cardioprotegidos” se están empezando a implantar en lugares como los ayuntamientos, las piscinas municipales, los colegios o los estadios de fútbol. En el caso de Riazor, por ejemplo, el campo dispone de seis DESA a disposición del personal de Cruz Roja que presta servicio durante los partidos; también las sedes de Cruz Roja en A Coruña y Santiago y su Centro de Formación en Lonzas (A Coruña) son espacios cardioprotegidos.
Texto: Leticia Martínez
Foto: Rocío Ovalle